La tierra está en su mejor momento (ni seca ni mojada) para realizar los trabajos de abonado y laboreo. Es importante el aireado volteándola, pero siempre teniendo en cuenta no profundizar más de 40-50 cm. para no alterar el equilibrio de las capas de tierra de nuestro huerto.
En mi caso la trabajo a mano usando aperos manuales, pero un pequeño arado y una fresadora es interesante si se trata de una huerta de tamaño mediano con el consiguiente ahorro de tiempo y esfuerzo.
Para el abonado utilizo el humus de lombriz de las vermicomposteras, así como abono de gallinácea que producen mis gallinas mezclado con paja que añado con antelación.
Si quieres saber cuando está perfecto el humus de lombriz, sólo tienes que observar que no están comiéndolo las lombrices, pues van subiendo devorándolo todo en la compostera. Aconsejo a todos que consigan Lombriz Roja de California (Eisenia Foetida) que tiene ambos sexos, para reproducirse se aparea, y lo más llamativo es que tiene 5 corazones y 6 pares de riñones.
Con la entrada del Cuarto Menguante comenzamos con la siembra de los semilleros.
Teniendo en cuenta que la temperatura ambiente es baja, debemos poner las bandejas a cubierto de heladas, y evitar con ello que se quemen las plantas. Este mes es apropiado para sembrar tomates, cebollas, guisantes, judías, lechugas, puerros, etc.
Una vez sembrados, lo que debemos controlar es el riego para que no les falte humedad evitando encharcamientos que pueden producir podredumbre ( hongos) y asfixia.
Llevamos dos meses sin parar de llover, y no se puede ni tocar a la tierra porque esta empapada. Aprovechamos estos días para preparar los semilleros que plantaremos en el próximo Menguante, ya tenemos a punto las semillas y la tierra (Humus). También le dimos un repaso a las herramientas limpiándolas, desinfectándolas y pintándolas con una pintura ecológica.
El abono producido por las gallinas lo vamos extendiendo por la huerta para que vaya penetrando poco a poco en la tierra antes de las labores de plantación.
Ahora sólo nos queda tener un poco de paciencia y esperar a que el sol haga su aparición de una forma continuada y seque la tierra de nuestra huerta.